La realidad ahoga de nuevo los ‘brotes verdes’

La publicación de las cifras del paro del mes de octubre ha zanjado cualquier posible debate sobre si en España empiezan a atisbarse en la lejanía síntomas de mejoría económica. Los datos son demoledores una vez más y detrás esconden un drama demasiado importante como para querer buscar algún tipo de lectura en positivo.

Los servicios públicos dependientes del Ministerio de Empleo han sido los encargado de desautorizar a su ministra Fátima Báñez con la publicación de la estadística mensual del paro. Si Báñez quiso ver la semana pasada algún tipo de «brote verde» parece que lo único que hizo fue incurrir en el mismo error que ya cometió en su día la entonces vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, a la que también sus ansias la hicieron ver más allá de lo que la cruda realidad española exhibe con rotundidad cada día.

La cifra de parados esconde detrás demasiados dramas, excesivas catástrofes humanas y familiares, como para intentar hacer política buscando lecturas positivas. El problema del desempleo es tan grave que no admite ningún tipo de juego de mensajes, ya que lo que requiere es el máximo esfuerzo de todos para conseguir cambiar la tendencia cuanto antes.

Los 4.833.521 parados son el verdadero lastre que tiene la economía española. Su imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo les impide colaborar en la generación de riqueza, en mover la economía y reactivar el sistema. Su situación es la mayor injusticia y un lastre para todos.