La opinión del lector
Sindicatos, ¿hacia dónde?
Es una pena. Desnortado el ser y actuar del PSOE con influencia en cierta actividad sindical enfermiza, su deriva conduce por vías de paros salvajes. Con sumisión secuestrada por grandes incentivos otrora, algunos grupos a falta de capacidad crítica que la sociedad y la política les demanda en sano diálogo, hoy vía descartada, eligen el solo recurso de huelga continuada. Esto bien podría denominarse: Existen agrupaciones sindicales acabadas.
El conocimiento nulo de España y su situación, uno de los países más pacientes y tolerantes que existen, les ciega. Los paros excesivos dañan la imagen de España y derivan por vías que no encajan con la manera de ser peculiar del español. La clase obrera, declara un autor, regresa a aquello que decía Marx del «ejército de reserva». Ayudar al país en unión de esfuerzo y tolerancia ante los necesarios recortes, quienes ayudaron al desahucio, sumisos al incompetente Gobierno, pretenden ahora enderezar la situación calamitosa de una forma que no tendrá más éxito que la satisfacción de haber llevado a cabo, sin más excusa que la negación al PP, el intento de desprestigio constante en el sectores determinantes: enseñanza y sanidad. No encuentran otra alternativa que la de destruir lo que otros se encargan de rectificar. Ni entienden que es una forma desfasada la lucha por el cambio. Estamos en los tiempos nuevos, que piden solidaridad con las otras fuerzas sociales y políticas en bien de la ciudadanía necesitada.
Saque de esquina
No podemos estar hablando siempre de los políticos, hay que tomarse un respiro, aunque sólo sea para coger fuerzas. Hablemos hoy de fútbol. No va a pasar nada. Nuestra Gramática distingue el significado de esquina y el de rincón; son conceptos opuestos que siempre usamos correctamente. Siempre, menos en el fútbol. En este caso, usamos mal el término; decimos «saque de esquina», cuando, en realidad, es «saque de rincón». El punto donde se coloca el balón sería siempre el mismo, si bien, todo depende de dónde se coloque el jugador y hacia dónde dispare. El saque de esquina sería si apuntara a los espectadores. Pero, si el jugador apunta al interior del campo estamos, inequívocamente, ante un saque de rincón. Por supuesto que «saque de rincón» suena fatal, pero eso lo pule el tiempo con un barniz indeleble llamado costumbre.