Ayudas específicas para la trashumancia
La Asociación Ibérica de Pastores Trashumantes, que es de reciente creación y tiene su sede en León, reclama un sello de calidad ecológica para su ganado y exige mayor protección para las cañadas, cordeles y veredas históricas como patrimonio singular del país. De los 125.000 kilómetros de vías pecuarias que hay en España, 2.320 surcan la provincia y son transitadas por una treintena de ganaderos que desplazan por ellas unas 35.000 ovejas.
La trashumancia tuvo una gran importancia económica y social durante siglos. Pero todavía hoy, frente al pastoreo estante, el más común en todas las sociedades agropecuarias europeas, el pastoreo trashumante, más allá del extraordinario valor patrimonial y sentimental, apela a su valor ecológico como elemento transmisor de miles de semillas que se desplazan con los animales entre pastos y rastrojeras de todo el país.
Ese argumento y la peculiaridad del oficio, para el que desde la asociación se reclama sustento con una escuela de pastores, avalan la petición de los trashumantes a la UE en busca de ayudas agroambientales específicas que compensen el beneficio que genera la actividad. Es una causa tan justa como la dura realidad con la que choca: un sector que lucha por su supervivencia y que se enfrenta a la pérdida de varios miles de millones entre los veinte mil que Bruselas anuncia de recorte para España en el periodo 2014-2020 y que penalizarán sobre todo a la minería, la agricultura y la ganadería. Malos tiempos para los pilares de la economía provincial.