Obras del Plan E, entre el error y el descontrol

El informe que el Tribunal de Cuentas acaba de hacer público sobre la fiscalización del Plan E es demoledor en relación con los resultados del centenar largo de medidas de política económica planteadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en enero del 2009. Su objetivo era impulsar la actividad económica del país, movilizando grandes cantidades de dinero público, para hacer frente a la crisis económica originada tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y financiera.

Pero la realidad fue bien distinta y acabó siendo uno de los mayores despilfarros de dinero público: casi 8.000 millones de euros cuyos resultados fueron nefastos para el empleo. El Tribunal de Cuentas analizó una muestra tomada sobre 700 entidades locales, 28 de ellas en la provincia, y 1.270 proyectos, 599 de ellos leoneses, en este caso con una inversión de 87,5 millones de euros. Al margen de la sensatez con que se desarrollaron algunos proyectos, lo cierto es que buena parte de las obras eran innecesarias y siguen sin tener utilidad. Pero lo que resulta más sangrante es que una de cada tres entidades de la provincia cometieran irregularidades en la gestión del proyecto y sólo mil de las 4.500 personas empleadas salieron del paro.

La discutible buena intencionalidad y oportunidad del plan fue desbaratada por la mala gestión de las administraciones locales en un grave ejercicio de irresponsabilidad política que no consiguió tapar las vergüenzas del primer impacto de la crisis del ladrillo y aplazó el problema del paro sin solucionarlo.