EDITORIAL
El mundo rural ya no aguanta más recortes
La Ley de Desarrollo Rural, esa que el ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió allá por el año 2004 en un mitin durante la fiesta campesina de Ugal en Hospital de Órbigo, está a punto de recibir la puntilla definitiva del Gobierno del Partido Popular.
Es cierto que Zapatero no hizo nada casi hasta el final de sus días al frente de La Moncloa, pero la dejó firmada y sellada antes de marcharse. Y, además, lo hizo con compromiso presupuestario para los cinco años siguientes, los que iban desde el 2010 y hasta el 2015.
Un compromiso que, en el caso de León, suponía más de 55 millones —325,4 para toda la Comunidad— en lo que tenía que ver con el Desarrollo Rural, que está ligado a los procesos de modernización, sobre todo en tres de sus zonas, las más necesitadas: norte, sudeste y suroeste.
Castilla y León, además, es la única de todas las Comunidades que hecho el proceso que exige la Ley para poder acceder a las ayudas que así se establece. Ahora el ministro, Miguel Arias Cañete, comunica que de lo firmado nada, que no hay dinero y que se paralizan los fondos para el Desarrollo Rural. Y lo hace por carta.
Un tema tan importante y del que depende aún hoy el futuro de muchas familias merece, cuando menos, una explicación más argumentada. Entre otras cosas, porque el Ministerio de Agricultura debería saber que el mundo rural leonés y el de la Comunidad ya no aguanta más recortes.