Centralizar no ayuda a hacer Comunidad

La imposición de unos criterios de proximidad para las empresas suministradoras de Renault no parece el mejor camino para hacer Comunidad. La Junta, que financia de manera importante el nuevo Plan Industrial de la compañía automovilística, debería tener en cuenta a todas las provincias a la hora de aprovechar e impulsar las sinergias generadas por la compañía automovilística.

La imposición de un límite de cien kilómetros para abaratar costes se convierte automáticamente en una medida duramente centralizadora. Y deberá ser revisada tanto por los responsables del Gobierno autonómico como de la firma francesa para evitar un daño a las empresas que en estos momentos ya son suministradoras de Renault en la Comunidad.

En el caso de León son siete empresas las que se verían obligadas a cambiar sus sedes si pretenden seguir suministrando a Renault con estos criterios. El límite de cien kilómetros se convierte en un auténtico motor de atracción de empresas hacia el entorno de Valladolid generando una situación de falta de competencia futura hacia el resto de provincias a la hora de conseguir aprovecharse de las sinergias derivadas de las plantas automovilísticas.

En Castilla y León han existido y se mantienen muchas tensiones relacionadas con la identidad y la pertenencia a la Comunidad. Cualquier medida siempre genera suspicacia y con situaciones como ésta sólo se alientan los temores de la periferia sobre el centralismo.