El tren es un bien social más allá de los números

El servicio del ferrocarril es un bien muy necesario en el que no todo pueden ser números. El informe realizado por el Ministerio de Fomento exhibe unos datos que no pueden servir de disculpa fácil para realizar cierres de líneas o de estaciones de manera generalizada. El tren es un servicio público, un bien social en el que los datos meramente económicos no avalarían ni siquiera las líneas de AVE ya abiertas en España o en proyecto que en ningún caso serán capaces jamás de optimizar las ingentes inversiones realizadas.

Con el mero economicismo tampoco habría lugar para los hospitales o para las escuelas, porque tampoco serían nunca rentables, ni serían capaces de soportar informes en los que se buscase la viabilidad económica. Por ello los datos generados por el informe de Renfe deben tomarse con prudencia para realizar una reflexión pausada sobre el tren.

El cierre de líneas como tal no puede ser nunca aceptado porque en todos los casos afectan a poblaciones importantes. Sí podría tenerse en cuenta la búsqueda de un ahorro con actuaciones puntuales que pasasen por el cierre de determinadas estaciones a las que en todo caso se deberían ofrecer alternativas de transporte por carretera.

Las comunicaciones son imprescindibles para la población, son un servicio público, y Renfe no puede empezar a cerrar líneas y estaciones con la frialdad de este informe como disculpa. El tren es un bien social y como tal debe ser tratado.