EL RUBICÓN
Parió la abuela
Quieren una Caja? Pues la de aquí, la de León, la nuestra, está en venta. Eso sí después de que haya que sanearla y tapar los muchos agujeros, más parece un queso de gruyere, que le dejaron aquellos que practicaron y permitieron el despilfarro. Recuerden, todos: PP, PSOE, UPL, UGT, CC.OO., Asaja, Csica.
Todos, menos ustedes. Los impositores a quienes esos otros, los impostores, les han engañado durante años haciendo ver que la Caja seguía siendo suya, cuando en realidad eran ellos los que hacían y deshacían a su antojo. Pero ahora serán los leoneses quienes con el dinero de sus impuestos tengan que pagar lo que ellos malgastaron y todo para ver como su Caja, la de ustedes, al final va a ser malvendida. Y, mientras, en el camino se quedarán 1.500 empleos.
Un camino que tiene ya demasiadas cruces. Y las que le quedan. Porque estos del PP y de la Junta de Castilla no se cansan y ya huelen su siguiente víctima: la Universidad de León.
Es lo que tiene la derecha. Primero, te pone tasas para que sólo puedan estudiar los ricos. Y, después, cuando ya nadie puede permitirse el lujo de sentarse en un aula de la Universidad sale el listo de turno, consejero o ministro que lo mismo da, se inventa un plan y dice: fuera todas las titulaciones con pocos alumnos. Y León se echa a temblar.
La Universidad es uno de los valores, por no decir el valor, más importante que tiene León y si lo pierde esta provincia habrá perdido su futuro, si es que aún le queda alguno. ¿Qué más tiene que pasar para que los políticos de aquí, sobre todo los del PP, salten ya contra sus gobiernos? ¿Qué tiene que pasar en esta ciudad para que su alcalde, ese que presumía de reivindicativo, se dé cuenta que le están desmantelando León más rápido que las plantas del Ayuntamiento arrasadas por el incendio?
Y aquí sí que no vale mirar al pasado. Ni criticar a Zapatero. Él no es el culpable de que ahora quieran dejar los campus de Vegazana y del Bierzo como un solar. Señores políticos del PP, alcalde de León, presidenta de la Diputación, consejero Silván salgan ya de sus guaridas y frenen este atentado que su partido quiere hacer ahora contra la Universidad de León.
Y por si todo esto fuera poco, Rajoy resucita cual Lázaro a ese paramés con nombre de langostino: Martín Villa. Éramos pocos... y parió la abuela.