EDITORIAL
El Banco de Alimentos, un ejemplo a defender
Siete mil familias leonesas comen ya de lo que les dan los diferentes bancos de alimentos. Ese es el frío dato que arrojan las estadísticas de una crisis que, como ya se ha dicho, se está cebando con los que menos tienen y con esa clase media que ahora ve cómo se le desmorona todo lo que había ido construyendo a su alrededor.
Pero detrás de la estadística y de la frías cifras que arrojan están las personas que hacen posible ese reparto de alimentos y la de aquellos que son los artífices de que lleguen hasta aquellos que los necesitan. Esa es la realidad a la que hay que mirar y que se debe defender.
Una defensa que tiene que llegar, sobre todo, de la mano de las administraciones, tal y como por otra parte ya están haciendo en muchos casos, pero se les debe exigir más, porque las necesidades son cada vez más grandes.
La crisis es necesario combatirla desde todos los ámbitos y a todos los niveles, pero se está demostrando que, hoy por hoy, la caridad de la gente hacia sus semejantes que peor lo pasan se está demostrando como la mejor, casi la única en no pocas ocasiones, forma de lucha para hacer más llevadera esa dura realidad que rodea a las 7.000 familias leonesas que no tienen ya ni para comer.
Por eso, desde todos los ámbitos de la sociedad, con las administraciones central, autonómica, provincial y local a la cabeza, hay que volcarse por mantener el buen hacer de instituciones como el Banco de Alimentos.