Un recorte dramático en el empleo del carbón

La situación de la minería del carbón en la provincia se está agravando día a día y el anuncio del grupo Alonso de que despedirá a 395 trabajadores supone otro mazazo en un sector que poco a poco se está desmoronando sin que nadie se decida a buscarle soluciones.

La actitud del Gobierno no está ayudando nada con su paralización sobre todas las decisiones e iniciativas que debe poner en marcha para que el carbón recupere el pulso, pero también es cierto que no es el mejor momento para que se tomen medidas drásticas en materia de empleo como las que se han sucedido en las últimas semanas y que han llevado a un total de 724 trabajadores a perder su puesto.

El grupo Alonso pone ahora en marcha estas drásticas reducciones de plantilla que ya había avanzado si los trabajadores no aceptaban unos duros recortes en materia salarial y de derechos laborales. Y en todo este proceso parece que se echa en falta el diálogo de la compañía con los trabajadores. Las medidas drásticas no son el mejor camino cuando existe un margen para buscar el acuerdo. La patronal minera lleva meses criticando la falta de disposición del Gobierno central a negociar el futuro del carbón y no parece de recibo que opte por aplicar el mismo camino que tanto crítica apostando por acciones unilaterales sin esforzarse al máximo por conseguir un diálogo eficaz.

El nuevo recorte en el empleo deja al carbón aún más tocado y con un futuro realmente negro.