Diario de León
Publicado por
JAVIER TOMÉ
León

Creado:

Actualizado:

Las cosas nunca suceden por casualidad. Precisamente por ello ocurrió que cierta cita poética de mi socio Antonio Manilla quedó reflejada en una de esas pulseras que pregonan tal o cual causa, que a su vez fue a parar a la organizadora de una ilustre velada literaria, acompañada del fallo del correspondiente premio, que se convoca anualmente en la ciudad de Cáceres. Semejante golpe de azar precipitó los acontecimientos, hasta el punto de que Antonio fue convocado en tan remotos lares como embajador de la cultura leonesa. Tengo un conocimiento directo de los hechos ya que le acompañé en la excursión, aunque manteniéndome en un discreto segundo plano pues creo que nada entraña más peligro que una asamblea de los inspirados por las musas. Resulta triste, la verdad, que los leoneses nos veamos forzados a marchar a cientos de kilómetros para lograr cierto reconocimiento, pero esto fue lo que ocurrió con Manilla, recibido en loor de multitudes como un gran bocado intelectual.

Lo cierto es que no defraudó, batiendo todas las expectativas. Ataviado con una de esas camisas de cuello-presbítero que tan bien pintan en los ambientes poéticos, su palabra fue ley y embrujo para los restantes miembros del jurado, embelesados ante el poderío pensante de semejante terneraco criado en la montaña leonesa. Una vez cumplimentado el trámite oficial se pasó sin más a la botillería, disciplina pródiga en ese tipo de asesinatos que todos cometemos. También en este apartado dejó su mejor impronta, dado que los pubs de la plaza Mayor vieron mermada hasta extremos irrisorios su provisión de ron Arehucas. Solo les digo que se le concedió a Antonio por unanimidad el Catovi de oro. Un reconocimiento reservado para los elegidos de los dioses que viene a significar algo así como CAcereños de TOda la VIda. Merecido laurel para nuestro paisano.

tracking