EDITORIAL
En el tratamiento del dolor no caben retrasos
El caso de los 30 pacientes que están pendientes desde hace un año de que se apruebe un tratamiento contra el dolor en el Hospital de León parece un asunto que no admite aplazamientos. La calidad de vida de los pacientes tiene prioridad por encima de cualquier asunto y si existe una situación de desigualdad en el tratamiento entre los diferentes centros de la Comunidad entonces serán necesarias además explicaciones urgentes.
En sanidad no todo pueden ser esperas. Los pacientes necesitan plazos, se merecen aclaraciones y también los tratamientos en situaciones de igualdad con el resto de ciudadanos como mínimo de la Comunidad e incluso de toda España, con un catálogo claro para que no se genere una discriminación por razones de residencia que es inaceptable en un asunto como es la sanidad.
El caso de estas 30 personas es especialmente grave porque afecta directamente a su calidad de vida. Lo que aguardan son tratamientos para el dolor por lo que está en juego su quehacer diario en algunos casos desde hace mucho tiempo. Se trata en ocasiones de crónicos que pueden mejorar su vida de una manera más que notable y que no pueden seguir dependiendo de que la burocracia dé o no paso a unos documentos.
Los recortes económicos no pueden servir de disculpa para aplazar gastos que son imprescindibles. Está en juego mucho y cuando se trata del dolor no caben retrasos de ningún tipo en los tratamientos.