Por cojones

Con una rubia y una Alcaldía perdida se han montado los socialistas un plató de Sálvame en el salón de plenos del Ayuntamiento de Santovenia de la Valdoncina. El escenario en el que ha aterrizado la hoja volandera que han lanzado para informar de que la regidora del PP, Mireya Pigere, es «una niña mona puesta ahí para lucirse ante algunos idiotas de machos que sólo piensan con la entrepierna en lugar de con la cabeza». Una frase compuesta con un predicado tan extenso que, cuando uno llega al final, a la metáfora se le aparece la cara de Alfredo Landa rodeado de suecas. No se sabe si quieren decir que es alcaldesa por cojones o que manda cojones que haya llegado a ser alcaldesa, con lo bueno que fue el PSOE con sus vecinos y lo tontos que se han vuelto ahora que les han cambiado la gestión por la imagen; aunque parece que, por lo menos, algo han ganado.

La perversión política de los socialistas del municipio, que defienden al anónimo como si fueran a desvelar al autor del Lazarillo de Tormes, les condena bajo la trampa de todo estereotipo, que no es más que un espejo cóncavo que devuelve deformada la imagen de quien mira. La tosca manera de interpretar el resultado de las urnas como una confabulación de fuerzas en la que el PP leonés, antes de cerrar sus candidaturas, abrió un cásting para encontrar azafatas para sus congresos y terminó por darse cuenta de que le quedaba un hueco en Santovenia de la Valdoncina. La «Barbie destellos» que acabó por desbancar al abnegado alcalde del PSOE que durante años se paseó como representante de la nueva hornada de socialistas leoneses: jóvenes que se asomaban a Zapatero como lo hacen los quinceañeros a Mario Casas, pero que ahora se arrastran como si les hubieran echado de Tara.

Invitada a la polémica, la alcaldesa se ha convertido en un personaje más allá de esos vecinos ‘desembraguetados’ que la eligieron hace dos años. Un referente que desnuda de una vez por todas el verdadero calado de la motivación del voto de los ciudadanos desde antes de que se inventara la democracia. Un secreto con el que han gobernado durante décadas muchos de los regidores de esta provincia, tanto del PP como del PSOE, y que ha marcado el desarrollo leonés. La clave que ahora creen descubrir los socialistas de Santovenia de la Valdoncina. Quien gobierna lo hace por cojones. Ahí está Isabel Carrasco.