CORNADA DE LOBO
Anímate, home
Tuvo ayer el día un cielo con sol magnífico clavado en lo alto que prometía una celebración nacional en esta nación nacionalizada por doña Angelines... porque, hija, está la nación harta de nubes y había comprado cuetes para la fiesta de san Nadal y san Alonso, que ayer caía en domingo, mira tú... compren muchos cuetes, dijeron los profetas del Marca , que es la sinagoga con más rabinos iluminados que puedas imaginar... y confiaba la nación subir a los altares del consuelo con los triunfos de «los nuestros» a base de puro raquetazo o acelerador atómico, hija, un triunfo, algo, que ya no ganamos pa tanta pena seguía... una tregua, por favó, una propinilla de alegrón y orguyito nasioná, mi arma, qué meno, siquiya... virgencita, que se nos aparezcan esos dos santos en el cielo y en las portadas, te lo ruega por piedad este pueblo quieto y triste... mu triste, quiyo, trae ya esos cuetes...
...y ¿qué ocurrió?...
...lo que en muchas romerías antiguas, que de milagro no acabaron los santos en el pilón... mira qué chasco... el santo asturiano perdió el alerón como quien pierde la orla y el manacorí hizo soñar la gesta con su bravura, que fue al final inútil ante ese tío so-serbio y muy yócovich, hirsuto él... siempre me dio pinta de gañán con tractor colorao porque se me parece muchísimo al ganador de un Concurso Nacional de Arada que hubo en Sahagún en 1973...
...¡tanto sol ayer!... y pintó mal el día.
Un hombre bueno que nos predica jovialidad en tormentas o desánimos nos dijo que esto solo es breve apagón, un interruptor mal dado... en plata: un interruptus, vaya... nada más... y nada menos... y que esos santos volverán a reinar en su día y en sus fiestas... ¡fe, puelo triste, fe en tus creencias!...
... y ¡anímate, home!... (es de Babia).
Pero la tarde acusó el bajonazo y no lo arregló nada el que se metió a consolarnos profetizando también cuetes para aliviar estas derrotas... tranquila, mocedad, que en dos días se aparecerán a la nación san Iker y san Valdés salvando trastos de la moral nacional y llevando al éxtasis místico a la grey merengue o culé... ¡viva san Iker!, dirá el locutor en su púlpito, ¡san Valdés, protégenos!... ¡¿será por santos?!...