LA VELETA
Las quinielas vuelven al PSOE
Demasiado bonito para que fuera cierto». Así se expresaba estos días un dirigente socialista, partidario de apoyar a Rubalcaba hasta tanto se abra el proceso de primarias, al ver como Eduardo Madina habría recibido el apoyo e impulso de varios secretarios generales para que pugne por la secretaria general del partido y ello con la alegría indisimulada de Carmen Chacón.
En las quinielas está también García Page, alcalde de Toledo, y el socialista vasco Patxi López que ya ha celebrado su particular ronda de contactos.
Sin embargo y eso se puede dar por seguro, López es un hombre para el «día después» de Rubalcaba. No está en sus planes una eventual confrontación interna con quien es su amigo.
El Congreso de Sevilla acordó celebrar primarias abiertas, muy abiertas. Basta con inscribirse y pagar un euro para que quien quiera vote a quien quiera; de manera que en el PSOE cualquier cosa es posible y además queda tiempo aunque no es seguro cuanto.
Lo cierto es que las quinielas vuelven al PSOE después de unas cuantas semanas en las que la dirección ha tenido que afrontar situaciones como la de Cataluña y, más tarde, asumir la propuesta de la consejera de Vivienda de Andalucía sobre expropiaciones temporales a bancos e inmobiliarias que, posiblemente, al presidente Griñan nunca se le hubiera ocurrido.
Ha lidiado asuntos complejos, pero con una cierta tranquilidad derivada del acallamiento sobre la sucesión de Rubalcaba que por mucho que insista en que «el PSOE no está en eso», si lo están algunos de sus compañeros que ven, con preocupación, como el Gobierno se desgasta sin que ellos se beneficien.
No es seguro que estos «preocupados» lo estén también por el hecho cierto de que por mucho que el PSOE defienda el decreto andaluz, quien se lleva el gato al agua —si es que hay gato— es Izquierda Unida.
Cuando Rubalcaba habla de «proyecto» tiene toda la razón y en ello trabaja el también vasco Ramón Jáuregui, pero por mucho que el actual secretario general trate de llevar «raciocinio» a la situación la impaciencia de algunos va tomando cuerpo, se está organizando pero la suerte que tienen todos, aunque parezca lo contrario, es que Rubalcaba no va a tirar la toalla en esta travesía del desierto. En esto de la constancia se parece a Rajoy. ¿Se imaginan el zafarrancho que se organizaría si uno y otro dijeran: ahí os quedais?