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Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Todo en esa iniciativa brinda la broma y la puya por venir del agudo Rubalcaba (al pobre le azotan todísimas las encuestas), pero si llega a decirlo otro, descontado Calla Lara , habrían aplaudido hasta con los pies esa astuta solución, pues ¿quién no vería como todo un milagro que al fin salieran de las cuevas donde están huidos o azorrados esos billetazos de quinientos euros que parece que se hicieron solamente para esconderse y no rodar, pemitiendo que una estafa quepa en el bolsillo y un expolio nacional en un maletín?...

Pálidamente morados.

¿Eligieron inocentemente su color?

De ponernos, pongámonos morados.

Billete nazareno, penitencial.

Nació para la clausura. Vive en conventos blindados y cámaras acorazadas rezando todo el día, qué pobre.

Esos billetes morados son la reserva espiritual del sistema.

Y del trinquete, pues había por aquí cerca un alcalde que, cuando invitaba a los amigos a cenar, llevaba únicamente billetes de quinientos euracos que cogía de su caja b ... a la hora de pagar, el camarero ponía siempre ojos de plato y recelo (¿y si es falso?), improvisando la disculpa socorrida: perdone, caballero, pero no tenemos cambio, con lo que los amigos ya sabían que les tocaría pagar a ellos... ¡otra vez!... y además, rabiando por tener que invitar a un jeta que nadaba en la ambulancia y el cohecho, tal y como aquellos billetes pregonaban... les pasa lo mismo a muchos altos cargos, que nunca llevan nada encima y hay que pagarles siempre hasta el café (¿viste alguna vez a un rey pagar o echar la mano al bolso si no fue para meter?).

Esos billetes son como los grillos, que corren a lo más hondo de la cueva si intuyen peligro o le ven las patas a la cigüeña, o sea, las orejas a su lobo.

De niños éramos expertos cazadores de grillos. Sólo había dos métodos para hacerles salir de su escondrijo: las cosquillas o el anegamiento... se trataba de hurgar con una paja larga en su bujero o inundarlo con agua, que se acababa pronto y, entonces, lo mejor era mear, pero muchísimo mejor, salían cagando mixtos... pero ¿quién se atreve aquí a mearle a ese billete?...