Por el tejado

En León estamos ya acostumbrados a tener tejados que aguanten el chaparrón, pero sin edificios debajo que los sustenten y, claro, acaban cayendo.

Eso fue lo que pensé al leer el viernes en este periódico que «Adif licita la limpieza del edificio del nuevo CRC para ocuparlo desde mayo». Se trata de ese feo edificio cúbico que se ve al otro lado de las vías de la estación (no volveré a llamarla provisional, porque es otro de los tejados que nos han construido en esta capital y será más definitiva que la Catedral) y que albergará el Centro de Regulación y Control del AVE para todo el Noroeste peninsular, aunque por ahora sólo tendría que regular el tramo Madrid-Valladolid, que es el único que ‘vuela’ y que se controla actualmente desde Segovia. Pero nos cuentan que controlará las futuras líneas Valladolid-Palencia-León-Asturias, Palencia-Santander, Madrid-Galicia, Eje Atlántico y Venta de Baños-Burgos-Vitoria-Bilbao-San Sebastián. Todos calvos cuando este control sea total, y eso si es que llega algún día.

Estoy harta de cuentos de cómo va a ser León en el futuro (nunca dicen lo lejano que está ese futuro): que si la Azucarera será la prolongación de Ordoño, que si la estación nueva para el AVE, que si este CRC omnicontrolador, que si el Emperador Centro Nacional de las Artes Escénicas y las Músicas Históricas… Todo son tejados, todos están en el aire, pero a todos les faltan los cimientos, esos que son los que sustentan los edificios y que no son sino un montón de piedras que se colocan justo después de la primera, que aquí es a la única que se le da importancia —aunque también en esto nos engañan— cuando las importantes son las que vienen detrás de esa primera, justo las que no salen en la foto.

Yo no quiero León del fututo, lo quiero del presente, porque si el presente es bueno también lo será el futuro. Al futuro nunca llegamos, pero del presente no podemos huir. Y el presente en León es duro: aumenta el paro y la población envejece, así que es difícil creer en ese futuro y en que alguna vez estén llenos los miles de pisos vacíos hasta el punto de que sea necesario hacer muchos más en La Lastra semivacía o en esa prolongación de Ordoño II hasta la Azucarera...

Yo creo que si una cosa se quiere hacer, se hace (léase macroterminal del aeropuerto, Inteco y poco más) y si no, se habla de futuro…