La oportunidad de Herrera

De acuerdo con los datos de la última Encuesta de Población Activa, Castilla y León llega a este primero de mayo con 262.000 parados, que son 21.800 más que en el trimestre anterior y 36.700 más que hace un año. Y, lo que es peor aún, sin que las previsiones ofrecidas el pasado viernes por la «troika» de Mariano Rajoy (Soraya Sáenz de Santamaría, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro) indiquen que algo vaya a mejorar.

Se sabe que las políticas «austericidas» basadas exclusivamente en la reducción del déficit no han hecho otra cosa que agravar la recesión económica y contribuir a la destrucción de empleo, amén, claro está, de devaluar los salarios y degradar la calidad de los servicios públicos. Se sabe, pero al mismo tiempo no se hace nada por reducir esa sobredosis de ajuste y combinarla con estímulos que reactiven el crecimiento económico y la creación de empleo.

«No se puede ahogar a España con políticas de austeridad, con medidas de ajuste que por sí solas no conducen a ninguna parte si no va acompañadas de otras que estimulen el crecimiento y el empleo». La frase no corresponde, como alguien pudiera creer, ni a Alfredo Pérez Rubalcaba ni a ningún otro ilustre socialista. Son palabras pronunciadas hace una semana por el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quién se desmarcaba así de la política económica que ha venido aplicando el gobierno Rajoy.

Visto que este último no va a cambiar su hoja de ruta, del presidente Herrera cabría esperar que, puesto que lo tiene tan claro, pase de las palabras a los hechos e intente aplicarse el cuento en el ámbito de sus competencias. Ya sabemos que el actual corsé del déficit apenas deja margen de maniobra a la Comunidad autónoma. Pero si se confirma por fin la relajación de ese objetivo, elevando el techo inicial del 0,7 al 1,2 por ciento, la Junta de Castilla y León se encontrará con un suplemento presupuestario más que estimable para implementar esos estímulos al crecimiento económico y a la creación de empleo que Herrera y la inmensa mayoría social echan en falta.

El recién elegido secretario regional de UGT, Agustín Prieto, acaba de emplazar a la Junta para que se ponga manos a la obra y convoque un gran pacto social por el empleo en Castilla y León. Con 262.000 parados y los que vengan, ese gran acuerdo no puede esperar más. Un pacto que incluya un urgente plan de choque con suficiente dotación presupuestaria para generar y consolidar empleo estable, nada que ver como ese mal sucedáneo del Plan E en el que se están gastando los 30 millones de euros recaudados a través de esa vergonzante amnistía fiscal pactada entre la Junta y el PSOE en el verano del 2011. Prieto ha lanzado el guante y Herrera tiene la oportunidad de recogerlo.