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Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

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Tocas, velos, celosías... hablamos de la mujer velada, mujer de recatos, la más cristiana y virtuosa... perfecta imagen de la monja desde antiguo hasta estos días...

Burkas, niqabs, pañuelones, paño negro... hablamos de gentes retrógradas que nos dan furia o pena al verlas en la tele por esos mundos donde, curiosamente, esa modestia tan cristiana del vestir la practica una gran mayoría de mujeres... muchas, a gusto y de acuerdo... acatando, las demás... y se tapan, se velan, no venden carne...

Con la misma función veladora de las vestimentas moras, la toca de nuestras monjas nació con una función: voltearla y tapar enteramente el rostro ante la presencia de cualquier hombre; y en público, de continuo. Después, con el tiempo, se irían recortando las tocas en las monjas y los ropones en las mujeres. Cuando Esquilache, mucho más. Y con el Concilio, pañoletas.

Total, que nos asombramos de los atuendos y tocados de la musulmanía andante y olvidamos que, hasta ayer, aquí y en el orbe católico estaban obligadas las monjas a llevar velo o mucha toca que, en el caso de las Hijas de la Caridad, les hacían parecer avionetas.

Todo esto viene a cuento de que ha muerto una monja belga que era la última de una orden rarísima que había en ese país desde el siglo XII; y no eran monjas, sino seglares prometidas a un hábito y a rezar. Pues adiós orden.

La noticia se acompañó de una ilustración donde aparecen esas reverendas laicas adornadas de una toca almidonada inimaginable, créanlo, pues es idéntica a los embudos de plástico que pone el veterinario a los perros en la cabeza para que no se rasquen cuando curan de alguna herida o tratamiento... igual esas monjas, qué curioso, de lejos parecen un florero de calas gigantes... pordiós, qué tocas... ¿y qué pensarían las musulmanas si las vieran así?...

Las religiones pueden ser muy distintas en dioses o reglas, pero todas están de acuerdo en ponerle mucho trapo a la mujer y alejarla del altar... a distancia, a lo discreto, a su papel de atrás en la Verdad (que en toda religión sólo se revela a varones, ya ves)... sólo alguna clásica religión muerta y algún protestante vivo se piden sacerdotisas.