Empleo y preferentes no pueden ser los paganos

La integración del banco de Caja España-Duero (Ceiss) y de Unicaja ya es un hecho. El camino hasta aquí ha sido largo, pero lo que queda aún por recorrer no tiene pinta de que no lo vaya a ser menos.

Un camino que nace desde la esperanza de un futuro mejor, que venga a acabar con esta etapa negra que ha llevado a la Caja a la situación en que ahora se encuentra y que obliga a tomar medidas de ajuste para hacer viable al único banco íntegramente castellano y leonés que resiste en la Comunidad.

Los próximos frentes son el acuerdo laboral que acaban de firmar la dirección con los sindicatos UGT y Csica. Un primer paso que nace en cierta medida cojo, porque no consigue el consenso de todos los sindicatos, al menos de momento, ya que CC.OO. y UEA aún no lo han suscrito.

Un plan que va a significar la pérdida de empleo. Por eso es necesario que se lleve a la práctica con cabeza y, sobre todo, sin prisas y con criterio, porque en juego está el futuro de las personas.

Y de fondo, las preferentes. Qué hacer con ellas es lo que deben determinar los nuevos gestores de la entidad, pero sin olvidar que una vez más está en juego el futuro de gente anónima que lo único que hizo fue confiar gran parte de sus ahorros en la Caja.

Ni trabajadores ni preferentistas son los culpables de la situación actual y por eso no deben ser los únicos paganos de este necesario ajuste.