Un recorte muy duro para el tren en León

El recorte de servicios que pondrá en marcha Renfe en la primera semana de junio supone un duro varapalo para el ferrocarril en la provincia de León. Un total de 38 trenes se perderán a la semana en las diferentes conexiones tanto interprovinciales como en dirección hacia Galicia, Asturias o Valladolid.

Después de meses de anuncios y contradicciones sobre los planes de Fomento ahora llega a pocos días de su puesta en marcha un proyecto de recortes muy fuerte y que además genera problemas reales para las comunicaciones de algunas localidades que se quedarán sin ninguna conexión.

En todo este procedimiento llevado a cabo por el Ministerio de Fomento se echa en falta transparencia y especialmente espacios de diálogo para conseguir una solución adecuada. Durante meses se enviaron mensajes contradictorios y ahora, a las puertas de la clausura de los servicios para el próximo verano, se han conocido los planes reales para el futuro del ferrocarril, con una reducción drástica de los servicios. Fomento pretende ahora que las comunidades autónomas, en este caso la Junta, asuman más costes por mantener sus servicios. Una especie de chantaje a las puertas del recorte de trenes sobre el que se debería haber negociado y dialogado con más tranquilidad y rigor.

Cuando se producen un recorte y especialmente tan duro como el que se prevé en León lo lógico es que las alternativas y los planes estén decidido claramente.