Cantan ranas

Tocaba en junio no poder dormir a la orilla del río si acampábamos en noche de luna para, así, poder pescar al alba estrenando tirada... y no pillábamos el sueño porque las ranas estaban a lo suyo voceando el casquete y eran multitud (entonces)... sólo treinta años después, el noventa por ciento de su población ha desaparecido y comienza a ser especie vulnerable, extinta en no pocos lugares.

Si habla la historia, Cantarranas era nombre de muchos parajes.

Algunos las pescaban por sacarle un jornalillo a las charqueras (pasaron de ser comida de míseros a primor de mantel). Otros las cocinaban para que repicara con renombre su fogón. En La Bañeza, por ejemplo, las ancas de rana siguen siendo eco de un patrimonio material (y perdido)... por eso se suspira con nostalgia al decir Casa Boño (donde las alubias estofadas le hacían pareja de ases).

Y croaron las ranas en mi recuerdo porque me mandó un vídeo de su programa «Silvestria» Leonardo de la Fuente, zamorano entrañad- con el patrimonio natural de esta comunidad y trotacampos infatigable en su periodismo naturalista. En él se incluye un reportaje donde nos enseña a pescar ranas, tal y como él lo aprendió de su padre, a la vez que nos cuenta ahí cómo ahora está regulada esta pesca, su licencia, su talla mínima, su cupo o la opbligación de matarlas antes de ampularles el pernil (veinticuatro ranas por barba que jamás podrán comercializarse, merendilla casera o tapita de amigos que hará llorar la vieja abundancia).

Y claro, tuve que acordarme de Clemente, el Chepa , un esatañador del barrio de San Esteban con el que no pocas veces conincidí en el Órbigo, yo a mis truchas y él a sus ranas. Podía pescar perfectamente en una jornada doscientas, tercientas... y con arte que era un espectáculo (no usaba como cebo el común trapo rojo del que habla Leonardo, sino las manos de la primera rana que pescaba).

Y cuando alguien me pregunta por qué hoy no hay ranas aludiendo a la contaminación, digo que sí: ingenieros contaminantes que robaron sus charqueras, lagunas y presas.