Diario de León

Manuel Ángel Morales Escudero

El principio del fin

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Manuel Ángel Morales Escudero delegado de upyd en el bierzo y villablino
León

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El reciente anuncio de la llamada comisión de expertos sobre una supuesta e ineludible necesidad de bajar las pensiones para el futuro, coincide en el tiempo con la asunción por el Gobierno del PP de la política de desligar las pensiones del IPC. Pero no se trata de una mera coincidencia sino de una orquestada campaña para que los ciudadanos asumamos como una verdad inmutable que las pensiones en el futuro deben ser más bajas y que debemos trabajar más tiempo para poder cobrarlas.

La realidad es que mientras que la media de los países europeos destina un 13,5% de su PIB a pensiones, España solo dedica a ese mismo fin el 10%. La realidad es que el Gobierno del PP vende su opción como la única viable, como un trágala, al igual que el resto de sus políticas, hechas para defender a minorías inconfesables. ¿Y a quien favorece su propuesta de pensiones? Pues aunque parezca un tópico, a los bancos que necesitados de liquidez ven en los millones de planes de pensiones privados futuros una fuente de ingresos a los que hincar el diente como ya hicieron con el dinero de jubilados y ahorradores en las preferentes saneando sus cuentas debilitadas por su inutilidad manifiesta para la gestión. Es tanta su incompetencia, su servilismo y corrupción que son capaces de crear esta y muchas más leyes para el servicio de una oligarquía. El interés público es secundario y lo sacrificarán en el altar de sus ambiciones y del engorde de sus patrimonios privados.

Deberíamos pensar que en el futuro todos seremos jubilados. Deberíamos saber qué tipo de pensiones queremos cobrar después de haber cotizado una vida entera, si pensiones de miseria o pensiones dignas como en Europa. Y por supuesto, deberíamos saber que hay caminos para asegurar esas pensiones. Redistribuyendo la carga fiscal que ahora soportan los salarios a través del IRPF y haciendo que los que cotizan por fortunas de millones de euros a un 0,5% o un 1% a través de las sicav aporten lo que deben aportar a este país. Y para eso es necesario una reforma del sistema impositivo que recaiga en las rentas del capital más que en las del trabajo. Que no nos vendan como un mantra que eso haría huir a las inversiones porque esas inversiones no están sirviendo en nada al ciudadano, solo castigándolo. Y es necesaria una reforma del sistema de organización municipal donde podemos ahorrar 16.000 millones de euros que se pueden destinar al pago de las pensiones. En definitiva, que hay otras vías posibles más justas para la mayoría.

Si dejamos que esta reforma de las pensiones se consolide, que los que se lucran con la política a través de sus turbios manejos nos la impongan, no tendremos en el futuro más que simple caridad. Deberemos humillarnos por no haber sabido parar a tiempo a los trapaceros que nos dijeron que son ellos o el caos. Las pensiones pueden y deben ser actualizadas y deben ser garantizadas con políticas que las consoliden. Es posible hacerlo con una política fiscal justa y con reformas en órdenes como el local donde las resistencias del PP y el PSOE son máximas y la hacen, hoy por hoy, imposible. Ellos, los que se lucran a diario con su desverguenza habitual ya tienen garantizadas las pensiones con sus cuentas atiborradas pero la mayoría de los ciudadanos no. No nos creamos sus cuentos y mandémoloslos cuanto antes al agujero de la historia.

Algunos nos acusan de demagogia y dicen que solo tenemos palabras. Pero si no fuera por Upyd no existiría el caso Bankia, si no fuera por Upyd no se habría realizado una querella por las preferentes que afecta directamente a más de 700.000 personas e indirectamente a millones. Si no fuera por Upyd que actúa y no solo habla, en este país los que llenaron sus bolsillos con dinero ajeno se irían impunemente. El PP lo sabe. Por eso Gallardón ultima la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para prohibir la acusación popular. Quieren el campo libre para actuar con total impunidad. Pues bien, ahora tienen delante a Upyd y no nos van a callar. Porque algo está cambiando en este país. A poco que uno escuche y esté atento lo podrá percibir, ver que ahora somos poco más de un millón pero pronto seremos millones los que haremos valer nuestra voz y ya no podrán parar el cambio que este país necesita y que hará caer a todos los que ahora sonríen seguros en sus poltronas.

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