Diario de León

EL RINCÓN

Así es, si así os parece

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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Nos sorprenden a todos que las cosas más inesperadas ocurran, pero lo más sorprendente es que ocurran 13 veces. Hacienda atribuye a los empleados del catástro de más baja escala la utilización del singular número de DNI de doña Cristina de Borbón, para excusarse hasta cierto punto. ¿Todo ha sido un error o es la consecuencia de muchos errores? Nadie lo sabe, pero todos sabemos que cuando se habla más de transparencia están más confusas las cosas. ¿Eran falsas las propiedades denunciadas o corresponden a la impura verdad?

El asunto está tan enredeado como el del más que probable asesino José Bretón, que dicen que asó a sus propios hijos, aunque él diga que los quería mucho. Aclarar las cosas es muy difícil, sobre todo cuando las enturbiaron los mismos que ahora quieren dejarlas como nuevas. ¿Todo ha sido un error o un horror? En la primera hipótesis se trataría de un infanticidio y en la segunda, de una costumbre. El dislocado departamento que dirige, es un decir, don Cristóbal Montoro le echa la culpa a la «ingente cantidad de información que maneja», pero otros se la echan a otra gente.

No hay explicaciones verosímiles, pero ya sabemos que también la verdad se inventa. Además, hay transmisiones patrimoniales que no las entienden ni Hacienda, ni los notarios, ni los registradores, ni la madre que parió al último editor del Código Civil.

Los contribuyentes se hacen dos preguntas: ¿Nos están ocultando algo o nos lo ocultan todo? Lo peor que se puede hacer con un error es echarle encima otros porque acaba por emerger, pero el acorralado señor Montoro ni explica el enigma ni depura responsabilidades. Le ha caído una buena al buen hombre. Mientras Economía le achucha al Banco de España a poner coto a las cláusulas suelo, otros ponen el grito en el cielo en defensa de doña Cristina.

No se puede decir que esté desamparada. Hay que salvar el árbol y las ramas. De momento, no tenemos otro sitio más seguro donde cobijarnos, pero debieran saber que el abuso también tiene fronteras.

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