Becas, como garantía de igualdad de oportunidad

Si a un alumno se le exige un cinco para acceder a una carrera universitaria, por qué razón debe conseguir más nota para tener derecho a una beca universitaria. Con ese razonamiento, la Junta de Castilla y León se ha mantenido firme, junto al resto de las comunidades autónomas, contra el criterio del Ministerio de Educación de variar el baremo para la concesión de las ayudas a los estudios. Finalmente, José Ignacio Wert ha tenido que dar su brazo a torcer y admitir una corrección del baremo que se empleará, si bien no precisó cuánto bajará de ese ya famoso 6,5 que fijó como límite inicialmente.

Pueden ser muchas las vicisitudes que pueden llevar a un alumno de bachillerato a no disponer de una nota media más elevada y no siempre tienen por qué estar relacionadas con un mayor o menor esfuerzo en sus estudios, argumento defendido por Wert para elevar la nota media necesaria para conseguir una ayuda de estudios. Otra cuestión es que las universidades y las administraciones públicas sean más vigilantes para evitar que muchos estudiantes se pasen ocho o diez años para terminar una carrera, con el coste que esto supone. Es ahí donde deberían centrarse los esfuerzos por parte del Ministerio a la hora de exigir a los universitarios que se apliquen en concluir sus correspondientes grados.

La posición de la Junta ha estado basada en la lógica y el sentido común, que en la medida de lo posible debería llegar también acompañada de un aumento en la dotación de la partida para becas con el objetivo de paliar los efectos que pueda tener la reforma Wert en el actual sistema.