La respuesta está en el viento

A Bob Dylan le tocó vivir una época en que los jóvenes preguntaban al viento que tenían que hacer para renunciar a una vida conformista y aburrida, con demasiadas ideas preestablecidas. «¿Cuántas veces debe un hombre alzar la vista, antes de que pueda ver el cielo?», se preguntaba el poeta de Minnesota, mientras por el firmamento volaban cientos de helicópteros hacia la guerra de Vietnam. Aquella generación de los años 60, no encontraba respuesta a las constantes decepciones del sistema de vida americano edificado, como tantos, con más barras que estrellas. Han pasado 50 años de la edición de su disco «The Freewheelin» (1963), donde se incluía la popular canción «Blowin’ in the wind», que aquí tradujimos como: «La respuesta está (silbando) en el viento»; aunque en este país —como se atiende más a refranes que a coplas—, muchos aplicaron aquel que dice que «al loco y al aire, darle calle» y se fueron del pueblo a la ciudad, a practicar la «diferencia» como apuntaba el eslogan turístico de aquellos años.

La Guía Repsol incluye ahora el lago de Truchillas entre los 136 rincones propuestos por los viajeros en Castilla y León, para ser «El mejor rincón 2013» de España. Decir que este pequeño lago, ubicado en la Cabrera leonesa, es «una de las charcas glaciares más hermosas de la península», no es ninguna novedad para los que conocen sus valores, pero si un aliciente para aquellos que deseen acercarse a descubrirlo, con el respeto que merece esta maravilla de la naturaleza. El lago, de origen glaciar y aguas cristalinas, descansa en un paraíso «perfecto para perderse y desconectar de todo», según nos cuentan los de Repsol, pero nunca al precio de su degradación. No olvidemos que la derrota de las comunidades pequeñas es la masificación.

Este paraje extraordinario, declarado Monumento Natural en 1990, se halla a 1.760 metros de altitud, rodeado por un denso bosque de abedules, pinos, álamos negros, tejos o acebos, en el que viven nutrias, comadrejas, corzos, búhos, codornices y águilas. A finales del verano conoceremos la respuesta pero, aunque los internautas no le voten y la guía no lo incluyera, el lago de Truchillas será siempre uno de los lugares más hermosos de nuestra provincia, donde el viento continúa dando las respuestas más nítidas a nuestras preguntas eternas; sobre todo ahora, cuando va en aumento el número de personas que retornan a los pueblos y a la naturaleza a escucharlas. «Cuántas veces un hombre puede volver su cabeza, fingiendo simplemente que no ve. La respuesta, amigo mío, está en el viento. La respuesta está flotando en el viento»... Había que hacer algo.