EDITORIAL
El negocio bancario de León no espera a nadie
El dilatado proceso de fusión bancaria entre Unicaja y Ceiss lleva camino de costar muy caro a las cajas tradicionales y en particular al negocio que acumulaba históricamente Caja España como punto de referencia tanto para los ahorros de las familias como de las empresas de la provincia. El cambio en el mapa bancario leonés es una realidad más que palpable desde hace ya algún tiempo y se traduce en los datos que recientemente han sacando a la luz algunas otras entidades que comienzan a saborear ya un trozo importante de la tarta. En esa línea caben interpretarse los últimos resultados por ejemplo del Sabadell Herrero en los primeros seis meses del año con un aumento bastante relevante tanto de clientes como de depósitos. La red de oficinas de la que dispone el Sabadell Herrero, pero también otras firmas como el Banco Etcheverría, que cuenta con las oficinas de Nova Galicia y de Caja Rural, coloca en una posición delicada a Unicaja, que tendrá que empezar a echar el resto en el último tramo del año —una vez se materialice su oferta por Ceiss— para que la ventaja de la que ha gozado siempre Caja España en el territorio no quede totalmente diluida. Ceiss, mientras sus principales competidores se anotan avances en sus resultados, ve cómo sus ejecutivos se encuentran mucho más concentrados en los ajustes de personal y en atender a los problemas de las sucursales con muchos clientes descontentos todavía, por ejemplo, con las preferentes. Y eso no es bueno.