Diario de León
Publicado por
manuel alcántara
León

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No sin cierto sentido de la oportunidad hemos resucitado el tema de Gibraltar, visto para sentencia desde el tratado de Utrecht, hace 300 años, semana más o menos. Un tiempo suficiente para que se nos pase el sonrojo retrospectivo, pero no para clausurar la memoria histórica que arranca desde épocas anteriores a la llamada guerra incivil. El Peñón, a pesar de las resoluciones de la ONU, que nunca solucionan del todo las cosas, es una china en el ojo de España, que como ahora está políticamente tuerta, no sabe dónde ponerse la venda. Si se equivoca puede quedarse ciega.

La resurrección del conflicto está desviando los focos de atención política, que sin ser deslumbrantes, atraen no solo a los insectos sino a los entomólogos. ¿Se ha equivocado el Gobierno británico respondiendo al plan del Ejecutivo español? No es posible que se le haya ocurrido solo a García Margallo, pero tampoco es verosímil que lo hayan ideado los que nunca se les ocurre nada. Lo cierto es que nuestros pescadores no saben lo que se puede pescar. Puede ser un trozo salobre de hormigón, vertido en esa zona por nuestros indeseables vecinos.

La sangre no llegará al Estrecho, ya que Londres ha avisado que salvaguardará su soberanía, pero las diferencias serán resueltas por medios estrictamente políticos. Confiemos en que sea así, pero de momento le han venido muy bien al Gobierno español para darle un respiro a Mariano Rajoy, convaleciente de sus heridas en el combate de su comparecencia. Ni lo perdió, ni lo ganó, o sea que lo perdió ante un adversario que ya está para retirarse del ring político.

Ahora toca hablar de Gibraltar, como toda la vida. Es una conversación que se hereda generacionalmente, pero así no hablamos del señor López del Hierro y le quitamos hierro al tema de la señora Cospedal, cuya comparecencia urgente solicita el PSOE, que también está para acudir a urgencias. Entre unos y otros le han dado un respiro a Luis Bárcenas, que es tan español como Gibraltar, aunque tenga parte de su dinero fuera de España y fuera de la circulación.

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