Diario de León
León

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Por una vez se podrían poner en la piel de los leoneses; y esa administración que asaltó nuestro destino mientras crecíamos a la sombra del desamparo disimular con destreza que le interesan más otros seres que los humanos entre la lista de especies que habitan la periferia de esta tierra, periferia de sí misma.

Se acabó la estrategia propagandística que durante años nos enseñó a la bestia acorralada, en pleno curso de iniciación a la supervivencia; la mamá que conducía a los retoños a oler las flores de las que brotaban abejas que zumbaban junto al morro de los pequeños peluches, que jugueteaban hasta los arroyos y la puesta de sol antes de desaparecer de la vista del foco que grababa con zoom camuflado entre los hayedos y los acebos cargados de frutos rojos. La estrofa bucólica salpicaba ternura y emoción cuando el documento que se aportaba encuadernado en deuvedés recogía las escenas de protección maternal hacia la cría, frente a los peligros del medio, incluidos los de la propia especie, que terminaban con la vida del cachorro despeñado ladera abajo por las agrestes montañas del Sil, en un brutal y violento episodio de infanticidio, que a menudo contribuye a mermar la ya reducida población de la ralea; se recita de memoria el concepto de especie paraguas que define a estos sujetos, sabida su necesidad de aire puro para nacer, crecer, desarrollarse y morir, capaces de albergar ecosistema para dar vida animal y vegetal muerta de otra forma. Llegaron trenes cargados de billetes para sostener la operación; tantos, que el recuento resultaría una ironía con gente pendiente de que se apliquen medidas correctoras. Que la bestia iba a volver sobre el territorio que dominan los hombres era cuestión de tiempo en base a los datos que cada año dejan entrever un censo más nutrido, una pirámide sana y fornida; lo que ha pillado con el pie cambiado a los afectados es la tibieza de la administración para definir cuál de las dos especies va a tener prioridad en el territorio; después de escuchar al jefe del medio natural dar consejos a la gente es lógico que los vecinos de Robles de Laciana hayan decidido suspender el paseo del anochecer.

Tal vez no tienen muy claro ahora que ante un encuentro fortuito con el oso no acuda al lugar un político con vocación de socorro, y entre los dos les den una paliza que queden hechos unos zorros.

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