La Cultural necesita más implicación social
La publicación del calendario de Tercera División y la ausencia en el mismo de la Cultural Leonesa supone, aun a falta de la confirmación expresa de la FEF, su aceptación como equipo de Segunda B, categoría a la que ascendió por méritos deportivos pero de la que se vio alejada por las dificultades para hacer frente al aval económico exigido.
Ocurre justo un día después de la conmemoración de los 90 años de su fundación como sociedad deportiva, oficialmente el 5 de agosto de 1923. Desde entonces los problemas económicos marcaron el día a día del club, con el precedente más inmediato del descenso administrativo de 2011 por deudas con los jugadores que hicieron temer su liquidación.
En lo estrictamente deportivo las decepciones pudieron siempre con las alegrías, pero todavía hay quienes recuerdan con emoción su temporada en Primera División (1955-56) y muchos más su última campaña en Segunda, en 1975. Pero los menores de 40 años sólo vivieron frustraciones por sus reiterados fracasos en los intentos de ascenso y, en el último decenio, una gestión lamentable en todos los sentidos.
La crisis económica está imponiendo un nuevo arquetipo de sociedades deportivas ya sin subvenciones institucionales y un modelo de gestión más exigente que sobre todo hace imprescindible una mayor implicación social. El culturalismo tiene motivos para celebrar los 90 años de historia del club, pero el mejor sería su definitivo rescate de la miseria deportiva y económica. Y eso compete a todos.