EL BAILE DEL AHORCADO
Demagogos
Venga, otra de demagogia. Como sigamos así, esto va a convertirse en Italia, pero allá ellos, ellos verán, que los guiñoles de la política siguen demostrando que la mano que les mece no cambia a pesar de la crisis, y sale el Gobierno haciendo el papel de Galtieri contra el enemigo inglés, aunque ya sepamos que la parada será de burro, y venga, otra de demagogia, pero esta vez comparecen Miguel Ángel Cardo y Tino Rodríguez hablando de trasvase de fondos para Valladolid, sin acordarse de que fue Blanco el que paró la inversión de la A-60 en Santas Martas al poco de descubrirse ese filón arqueológico que para algunos fue la mal llamada Sublancia. Pero, ándale, más aún, y seguimos pensando que la gente es imbécil, y sale Cayón señalando la viga en el ojo ajeno mientras se niega a mirar la propia, que lo que deberían hacer todos es examen de conciencia, porque los viajes de cinco estrellas a cargo del contribuyente para conseguir portadas en el pueblo fueron práctica común. Es lo malo de poder tirar de hemeroteca. Y, sí, tiene razón el concejal al decir que aquella excursión hortera fue una manera de hacer turismo, que es lo que ocurre cuando de repente descubres las bragas, ya saben... pero ya está una más que harta del intento de democratizar la imbecilidad, de pensar que todos somos idiotas.
Así que, ponednos otra de demagogia, se queda tan orondo el ex presidente de Caja Duero tratando de librarse de responsabilidad esparciendo la culpa. Esto de acudir a Lope de Vega cada vez que surgen sospechas de fraude es más español que la corrupción, y aquí se hace todo de manera colegiada, no vaya a ser que paguen injustos por pecadores... No, en este país todo se comparte, y así la prueba del delito se difumina hasta desaparecer. No es España lugar de hazañas individuales, siempre en cooperativa, para lo bueno y para lo malo, y a quien destaca se le da matarile, que si se le deja vivo será la letra escarlata de la mediocridad, de la mayoría colegiada.
Y, hablando de colegios, que para qué queremos uno de periodistas, que si la colegiación no es obligatoria, seguirá siendo una simple asociación, una herramienta para que algunos no abdiquen de su cuota de poder correspondiente. La única diferencia será que ahora estarán en Valladolid, más cerquita del poder, que ya se sabe que esto no deja de ser una reserva de caza (ahora online).