La investigación es una prioridad en la crisis
Referencia de la investigación agropecuaria en la provincia, la estación de Grulleros, ahora Instituto de Ganadería de Montaña, verá paralizada en octubre su labor si el Gobierno no accede a conceder un suplemento presupuestario de 75 millones para mantener la actividad en los 120 centros que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas tiene repartidos por todo el país y enjugar el déficit generado.
Los recortes presupuestarios tras cinco años consecutivos de recesión han llevado a una crisis en la red investigadora y han hecho que las partidas presupuestarias para esta actividad sean más ridículas que nunca. Cualquier avance científico requiere invertir en I+D+i, algo poco usual en España, donde los científicos denuncian los continuos recortes. Está demostrado que la inversión en ciencia es rentable. El problema es que los beneficios sólo se alcanzan a medio plazo y son poco rentable para los políticos que quieren resultados antes de las próximas elecciones.
La desinversión en educación y desarrollo es una realidad cuando lo que cabe exigir es una mayor apuesta por la investigación y la innovación en todas sus ramas. El liderazgo político de las naciones está asociado a sus capacidades productivas y éstas a su desarrollo científico. El CSIC es una despensa repleta de talento y despreciar su trabajo acabará relegándonos en los índices internacionales que miden nuestra eficiencia como país. En época de crisis económica hay que establecer prioridades e invertir en I+D+i es una de ellas.