Diario de León

AL DÍA

Cuando toca verlas venir

Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

Creado:

Actualizado:

Los héroes de nuestro tiempo visten pantalones cortos o batas blancas bastante largas. Los primeros son más conocidos por el gran público y los segundos son ignorados por la sencilla razón de que no tienen público, ni grande ni chico.

Si se hicieran cromos de los científicos se arruinarían los editores, pero mucha gente, no siempre joven, no puede ser feliz sin las imágenes encuadernadas de algunos que admiran en el estadio.

El desequilibrio es natural y lógico, pero no se entiende el enorme desequilibrio económico entre ambas profesiones.

Los futbolistas se hacen millonarios en unos años en caso de triunfar y los investigadores tardan toda una vida en hacerse pobres.

Ahora nos ha entrado la curiosidad por saber cuánto tiempo vamos a estar en este planeta suburbano, que dicen que es uno de los que pululan en las cuatro mil galaxias conocidas hasta el momento.

Dos sabios, McClintock, profesor de Física, y Aneta Stefanovska, también profesora de Física, han ideado un dispositivo láser capaz de predecir lo que van a durar las vacaciones de cada uno de nosotros antes de que nos ausentemos sin dejar señas.

Se trata de ver venir a la «vasta y vaga y necesaria muerte», que todos sabemos que llegará, pero ignoramos el día. No la causa, que es haber nacido. Lo que se busca es averiguar la fecha de la esquela.

No es una búsqueda tan macabra como puede parecer a simple vista, cuando cerremos los ojos, ya que su objetivo es que modifiquemos nuestro estilo de vida.

Parece que estamos diseñados para vivir tanto tiempo como don Santiago Carrillo, que fumaba mucho, pero todos nos dicen que el tabaco acorta la estancia.

Personalmente no tengo la menor curiosidad. «Hálleme prevenido y no asustado», dijo Quevedo, que murió al borde de los 65 y jamás fumó.

Eso de saber con la máxima precisión cuándo nos conviene acumular ni muchos zapatos ni muchos trajes en el armario, le quita emoción al trayecto.

A cierta edad se encuentra uno tan repleto de acontecimientos, tanto interiores como externos, que no queda sitio para la sorpresa.

tracking