Zemo inglece

Tienen clara una coza lo’ llanito’ gibrartareño’... no queremo’ ná de hazé con Ezpaña, aquí zemo inglece’ to’... mu inglece’...

Pue ná que ojetá, quiyo, zi tú lo dize...

Otra vez vuelve el lío.

Gibraltar siempre viene bien en los veranos complicados que piden sacar del baúl puñales enterrados y heridas abiertas, maniobras secretas y cortinas de humo o de cine-almodóvar... a Franco le vino muy bien el truco gibraltareño... ¡qué mejor asunto que esa humillación británica de pisarnos con su bota de peña exactamente en el punto donde más duele y avergüenza!, sí, ese punto... ved el mapa de España, es una piel de toro y esa colonia inglesa del Peñón cae justo en el meano, en el pizarrín del bicho... ¡uy!... el juramento de dolor que lanza el español es un cagarse en la reina madre y en la Gran Bretaña, pero los periódicos gubernamentales nos lo traducen como un ¡Gibraltar español! y de esta forma ayudan a agitar mejor las brasas de esta vieja y socorrida barbacoa informativa del verano español desde los tiempos del paletó y de Espartero... ¡que nos devuelvan el peñón!... ¡maldito tratado de Utrech!... así tres siglos... pero con el rabo entre las piernas volviose cada vez la escandalera a su invierno.

Pues a gallear... toca de nuevo.

¿Y cómo se saldrá de esta?

Vaya usted a las viejas hemerotecas, no habrá mayor novedad.

Bueno, esta vez sí hay una novedad en el alboroto: los catalanes de Esquerra Republicana han entendido rentable y chupasables ponerse del labo de la autoridad gibraltareña y manifestarle su total apoyo ante el acoso que sufre por parte de España, haciendo votos por su derecho a la autodeterminación, jódete, qué majetes... ¿irán a aplaudir también la llegada del portaviones inglés y su escuadra aportando su espingarda de antiguo somatén?... en realidad, a los catalanes de Esquerra y a los demás de senyera al cuello les gusta ser medio ingleses y hasta eligen el inglés y no el catalán para dirigirse al mundo... Catalonia is not Spain , rotulan siempre en sus pancartas... y como buenos republicanos que son, apoyan a la reina inglesa y les chifla el té de las cinco en el Empordá.