El nuevo patrón de crecimiento

En mayo de 2010, surgió espontáneamente la asociación Economistas Frente a la Crisis, que se presentó, sin éxito, a las elecciones al Colegio de Economistas de Madrid. La ortodoxia neoliberal ganó entonces, pero quedó constancia de la existencia de una potente minoría ilustrada que ha conseguido una importante influencia intelectual y mediática, con su presidente, Jorge Fabra Utray, al frente. Ahora, se ha publicado una entrevista a Fabra realizada por la revista del Colegio de Economistas de La Coruña, en la que este acreditado profesional, especialista en el sector eléctrico, ofrece unas pautas para impulsar la competitividad de España y redefinir el patrón de crecimiento (como se sabe, hasta la crisis, los motores de nuestra economía fueron el ladrillo y el consumo)

La receta es tan simple como cargada de sentido común e incluye varios elementos definitorios. Uno: el tamaño medio de las empresas exportadoras es mínimo y su capitalización es escasa: hay que dotarlas de tamaño y capacidad. Dos: no habrá desarrollo sostenible sin preservar la biodiversidad de nuestro país. Tres: es preciso que el Estado incremente la inversión pública en I+D+i y acometa una política radical de promoción de la innovación mediante el fortalecimiento del apoyo financiero prestado a la Investigación y al Desarrollo a través del Capital Riesgo.

Cuatro: hay que acometer una reforma del sector energético que reduzca la dependencia española de los combustibles fósiles, que permita reducir las emisiones de CO2 y que impulse las renovables. Cinco: hay que frenar la fuga de jóvenes talentos; la inversión para mantener una educación pública de alta calidad debe ser rentabilizada. Seis: hay que alargar los plazos de la consolidación fiscal, al menos hasta 2018.

Siete: hay que lograr un pacto de rentas, basado en la reducción de beneficios empresariales como contrapartida a la caída de los salarios; la competitividad de nuestra economía no puede buscarse en la depresión de las rentas salariales sino en las mejoras de eficiencia en la organización del trabajo, en la capitalización tecnológica de las empresas, en el fortalecimiento de las instituciones del mercado de trabajo y en la estabilidad del empleo.

Y ocho: hay que subir la presión fiscal para mitigar el desfase de ocho puntos con relación a la media europea, al tiempo que se efectúa una reforma del sistema fiscal para incrementar la equidad horizontal y vertical del modelo. .

Evidentemente, estas estrategias innovadoras deben postularse a escala europea, de la misma manera que el neoliberalismo se extiende sobre todo el tejido de la Unión, y deben ser ahora los partidos progresistas los que eleven la apuesta al terreno comunitario.