Las vías legales

El tren de la historia ha descarrillado muchas veces, pero no siempre por culpa de los guarda ajugas. Los motines de los pasajeros también han contribuido lo suyo para sumarse a lo de los demás.

¿Será posible que a estas vertiginosas alturas del siglo XXI sea necesario pedirle permiso a la ONU para matarse mutuamente según el calendario previsto? En eso estamos, mientras no nos compliquen aún más la existencia.

Cuando se produjo aquella rebelión de los ángeles en el llamado paraíso, que es una de las historias de ciencia ficción menos detalladas, hubo notables divergencias. La más curiosa fue que hubiera ángeles neutrales.

Quizá Cháves Nogales, al que no dieron tiempo para ser un estricto contemporáneo nuestro, fuese un precursor. No le ofrecieron la oportunidad de optar por un bando o por otro, ya que en ambos hubo una desbandada.

Le quisieron matar los unos y los otros, pero él acabó saliéndose con la suya, que nadie puede esquivar y falleció a causa de una peritonitis lejos de su querida y tormentosa patria. Siempre he pensado que los exiliados deberían ser inmunes a las dolencias hereditarias, pero ahora, cada vez más, el mundo es un pañuelo empapado de lágrimas

Estados Unidos agota los procedimientos legales para atacar a Siria y le pide a la ONU licencia para matar, como el famoso agente que tenía nombre de prefijo telefónico aunque era de la Gran Bretaña. Quizá no ignoren que los triunfos bélicos jamas son victoriosos.

Kipling, tan admirado por Borges, dijo que oriente y occidente jamás podrían conseguir encontrarse, pero este desencuentro puede ser realmente fatal.

Norteamérica, que es el gendarme del atlas, no ha afrontado nunca batallas en su propio territorio desde la Guerra de Secesión, pero todas las de fuera las ha perdido. Tarde y con daño.

Que nadie confíe en una acción rápida porque allí el fuego tiene otra dimensión y los que no tienen ni Coca Cola ni mantequilla aguantan mucho sin desayunar y sin comer después del desayuno.

No sé si estarán a tiempo de pensárselo dos veces para legalizar el ataque a Siria. Tampoco se si se lo han pensado por primera vez.