¿Y las bragas?

Traía un periódico madrillí-nacional (de cuyo nombre media España no quiere acordarse o le repela) una noticia titulada en pijo: Soraya Sáenz de Santamaría vuelve de las vacaciones rejuvenecida ... ilustraba la noticia una foto de ella presidiendo la primera reunión del curso con el equipo de trabajo de Moncloa.

No me privo de reproducir aquí lo sustancioso de tanta «noticia»:

Además de presumir de bronceado, la vicepresidenta prescindió de las tradicionales americanas que lleva en su día a día junto con blusas holgadas y optó por un juvenil top sin mangas en color negro, que estiliza su figura, al que cruzaba una raya vertical mostaza, uno de los colores de la temporada. Saénz de Santamaría adornó sus manos con un maxianillo negro y un reloj de correa metálica marrón con esfera y cierre dorados, también muy en boga este verano. Sus uñas demostraron que es una mujer coqueta y elegante, las pintó con esmalte granate y su clase se vio en la manera de limárselas. Redondeadas y no demasiado larga s.

Vale, impresionante documento informativo... y decisivo look... podemos dormir tranquilos... ante esta estampa de imperiosa juvenilidad, la Gran Crisis puede darse por jodida y los problemones de España por resueltos... sólo se echó en falta en el detallado repasito un detalle clave, ¿y las bragas?...

No entiendo (pero se explica) por qué a las políticas han de ojearles los arreos, el culo y los zancajos como si estuvieran en feria o escaparate... ¿no se intuye tras este tipo de noticias crecientes en periódicos serios una mano redactora no de varón?... quiere decirse que cosificar a la mujer pública según luzca armario o complemento estiloso sólo puede hacerlo otra mujer... y con crítica insana, malicia afilada o rejo de envidia cochina... ahí estamos.

En su investidura, la nueva presidenta andaluza llevó medias de topillos con traje-falda y eso fue lo que más de dos cretinas destacaron en sus medios o programas... con el político, el hombre público, no lo hacen... lástima, nunca sabremos si se depila, si su traje está gagá, si sus uñas llevan luto, si no se afeitó, si atufa a varondandy o si el reloj le abulta más que el cohecho.