Las Médulas, a la griega

No sé de qué nos extrañamos ya. Por estrambótica que resulte la propuesta, la de la «privatización» de las infrestructuras de Las Médulas no va más allá de la corriente neoliberal de ataque bestial a la crisis que preconiza de cuando en vez en Grecia la famosa «Troika» (el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional) para que el país heleno ponga a la venta parte de su ingente patrimonio histórico o acaso sus bellas islas eólicas. El Bierzo es hoy como una pequeña Grecia, desconchado por los cuatro costados, en el que proliferan los políticos y las administraciones que traducen toda su capacidad de gestión en fórmulas tan imaginativas como la de entregar la explotación de un paraje declarado Patrimonio de la Humanidad a cualquier «impresario» capaz de prometer el retorno de un misérrimo euro a las arcas públicas.

La «Troika» la han comenzado a montar en el caso de Las Médulas el Consejo Comarcal, tal vez ya algún avispado cazafortunas, y la Junta de Castilla y León. Aunque esta última, a tenor de la primera reacción contestataria de los vecinos y los hosteleros de la zona, se ha apresurado a puntualizar que lo que no se privatizaría en ningún caso es el paraje sino las actividades que se podrían desarrollar y organizar en torno a las viejas minas de oro romanas. ¡Faltaría más! ¡Menudas lumbreras! Lo que estaría cojonudo es que se colocaran tornos de pago para el acceso de los turistas al mirador de Orellán o a la Cuevona. La puesta en valor no sólo cultural sino también económica de todos los atractivos ingentes del Olimpo berciano es, no obstante, una obligación que ya lleva demasiado tiempo aplazándose por parte de las instituciones, que han hecho una dejadez total de funciones en el desarrollo de Las Médulas jugando siempre con el pretexto de contar con un plan de usos o de un organismo gestor único para así no invertir más que limosnas.

Esas herramientas ya existen, pero no sé por que me da en la nariz que se convertirán en inservibles desde el prisma del interés público, si al final la explotación de ciertos alicientes medulianos se deja en manos exclusivas de burdos mercachifles que terminarán convirtiéndose en los amos del porvenir del filón que llevan prometiéndonos en vano dos décadas.