DESDE MI PALOMAR por JOSÉ LUIS PRADA
Hasta luego
Hoy voy a deciros un hasta luego. Vamos a darnos un respiro... El Diario siempre busca ser dinámico. Hace unos días el director en una conversación dejó entrever que no tardando quería dar un pequeño giro al contenido del periódico... Desde mi óptica y desde el sentido común es de una lógica aplastante desde cualquier punto que se mire… Al día de hoy, el que no se renueve, el que no se adapte a los tiempos, el que no se reinvente, tiene poco que hacer en una sociedad y en un mundo cambiante como el actual; esto que digo es, creo, una verdad absoluta, incontrovertible… pero ¡ojo! no solo para las pequeñas, medianas o grandes empresas o multinacionales…no, sino para cualquier persona, ya sea trabajador del campo, o de la industria, ya sea el funcionario de cualquier administración… No es un cambio «porque sí», no, es una necesidad que se asume o de lo contrario te quedas varado… a verlas venir… y eso no es bueno nunca. Aquella conversación me hizo pensar que también son buenos los respiros personales.
Va a hacer un año que todos los domingos escribo mi opinión en esta sección del Diario. No fallé ni un día. Cuando empecé nunca creí que tuviese fuerza de voluntad suficiente para cumplir todas las semanas. Teniendo en cuenta que el tiempo siempre lo vi «bajar por las paredes» y que nuestra pequeña empresa cada día requiere más atención, al final cumplí como un «campeón». Eso me reafirma en la idea que tuve, tengo y siempre defendí: con voluntad, esforzándote y con ganas se consigue casi siempre todo, es cuestión de querer… no vale decir «no tengo ganas», «no tengo tiempo». Hoy me «encuentro mal, estoy cansado», nada de eso vale… hay que cumplir con la palabra dada, y sobre todo cumplir con uno mismo… ese, es el quid de la cuestión: el ser consecuente con uno mismo, no hay otra razón mejor… Desde luego es una experiencia que merece la pena, por la autodisciplina que te impones… y sobre todo por el reto que significa exponer tu opinión al natural, crudo, tal cual los sientes y lo vives, al examen de los posibles lectores… Lo que si les digo a todos es que no puse ningún párrafo ni texto que no creyese en él, dije las cosas como sé… No busqué la retórica ni las apariencias, dije mi verdad desnuda, así, sin más… También les digo que en esos escritos está impresa mi forma de ver y entender la vida, en ellos plasmo también mi idea de cómo me gustaría que fuese el mundo en que vivimos ¿? ¿? En el fondo soy un incauto y un tremendo idealista que cree en el fondo de su ser que la sociedad se puede cambiar. Pero echando mano del sentido común y siendo pragmático, eso no va a suceder… La gente va a «seguir a su rollo». El camino ya está marcado de antemano… La Humanidad avanza inexorablemente hacia su autodestrucción de una manera inequívoca, mirar si no a vuestro alrededor y veréis que se está en ello, con una fatua y vana autocomplacencia… Es la tendencia universal que no va a cambiar… Está ahí… Antes me dolía mucho y sufría… ahora, ya estoy inmunizado y lo soporto (no queda más remedio) lo cual me da cierta vergüenza el admitirlo… A pesar de ello me siento contento y casi feliz de poner de mi parte algo en la búsqueda de ese cambio tan necesario y a la vez tan utópico… Desde aquí, desde «Mi Palomar» os doy las gracias a quienes seguisteis domingo a domingo mis aseveraciones categóricas, sobre «todo lo habido y por haber». Unos las aguantarían con escepticismo, otros con sorna: «quien se habrá creído que es». Otros las asumiríais con cierta complacencia. A unos y otros, os doy las gracias. Que sepáis que de momento no os daré más la lata con estos escritos; últimamente me costaba trabajo rematarlos para imprimirlos en la edición del domingo, ya que al tener que hacerlos inexcusablemente todas las semanas como una obligación, pierden un tanto la espontaneidad y la frescura que le exijo siempre a mis razonamientos… De todas formas, sigo estando ahí. ¡A Tope! como siempre… Hasta luego…