Bajan los delitos, se disparan los robos

El número de delitos que se registraron en la provincia de León el año pasado descendió notablemente. Más de un 12%. Así se recoge estadísticamente de la memoria que entregó ayer el fiscal general del Estado al Rey en el acto de apertura del Año Judicial. Pero los números fríos no describen a menudo la sensación social que se percibe en la calle, en este caso de las principales poblaciones de la provincia. Si bien es cierto que en el 2011 se contabilizaron 34.341 delitos y que el año pasado apenas si llegaron a los 31.000, resulta muy llamativo a la vez que inquietante cómo se dispararon aquellos relacionados con la situación de desesperación que comienzan a vivir muchas personas en el vigente marco de crisis. Las acciones contra el patrimonio aumentaron un 10,5%. De manera muy especial crecieron los robos con violencia en casas habitadas, que pasaron de 74 a 181 en doce meses. También aumentaron los hurtos, los robos con fuerza —de 3.491 a 3.998— y los casos de violencia de género, que pasaron de 457 en el 2011 a 499 en el 2012. Este contraste estadístico en el contexto del descenso indudable de caída de la actividad delictiva en general debe conducir a las autoridades y a las fuerzas de seguridad a no caer en ningún modo en la autocomplacencia y precisamente con todos estos datos tan precisos poner mucho más énfasis —aunque no resulte nada sencillo— en atacar y aumentar la vigilancia sobre los apartados en los que ha crecido la inseguridad.