La Deportiva, por encima de todo

La solvencia de la Sociedad Deportiva Ponferradina tanto en el terreno futbolístico como en su consideración como club desde que se produjera el primer ascenso a Segunda División se ha trasladado también a la afición de El Toralín. Atrás han quedado casi por completo aquellos gritos que se repetían hace temporadas como efecto de la competencia directa con la Cultural y que resultaban especialmente ofensivos para la capital y su primer equipo. El pasado domingo, frente al Hércules, cuando uno de los grupos más radicales de animación del estadio blanquiazul irrumpió con las ya consabidas consignas insultantes contra la Cultural, una buena parte del estadio reaccionó con pitos dirigidos al fondo de donde procedían. La mayoría de la afición de la Deportiva hace ya tiempo que se ha situado por encima de este tipo de rivalidad mal entendida. Ni siquiera la acción deleznable de supuestos aficionados culturalistas llenando de pintadas el autobús del equipo de la capital del Bierzo durante su última estancia en León ha conseguido elevar el tono de la otrora habitual disputa. Los ánimos a la Deportiva, y más con un equipo lanzado, parece que están muy por encima de otras trivialidades.