Un plan para Antibióticos

El plan de vida de los Pucci no aporta muchas esperanzas a estos trabajadores que siguen esperando precisamente eso, un plan para su industria. Un plan que les permita volver a sus puestos de trabajo para poder recuperar algún que otro plan que habían hecho sobre su vida y que ahora vive el sueño de los justos.

Y en medio del presunto intento de apuñalamiento de La Moraleja se ha cruzado la Seguridad Social. No porque el intento de agresión haya generado que necesiten atención médica —quizás psiquiátrica...— es más bien una cuestión meramente administrativa, pero que podría tener su relevancia futura.

La Seguridad Social ha planteado en el juzgado el embargo contra Antibióticos por siete millones de euros. Y entre los bienes que propone como adjudicables figuran los terrenos de la fábrica leonesa.

Con este panorama parece que se podría llegar a un pequeño apaño para sacar provecho a todo esto. Se podría idear un plan que seguro que es imposible por aquello de que incluso se aventuraría como lógico para el común de los mortales: La Seguridad Social podría quedarse la factoría y aprovecharla para sus oficinas, aquellas que fueron derribadas para construir unas nuevas que nunca llegaron. Se ahorraría un pico en alquileres... y por fin habría un plan para Antibióticos que como mínimo fuese creíble.

Pero seguro que alguna cabeza pensante vendría enseguida con lo de «repensar» el proyecto. Ya ocurrió con el Emperador, con la Ciuden, ahora con Feve... tanto plan para los que al final se nos dice que hay que idear un nuevo plan. Un embrollo político que alguno pretende que la ciudadanía se trague cuando en realidad se trata de una paralización en todo regla de las obras. Ha habido mucho derroche de dinero público. Mucha inversión caprichosa que carecía de un plan. Pero la realidad es que no hay dinero peor invertido que el que no tiene un fin ni un uso. Y aquí ya se acumulan demasiados casos de obras a medias que requieren, como mínimo, una explicación o no digamos un gesto de quienes tienen audiencia en Madrid.

En la memoria están incluso aquellas inversiones subvencionadas para que Antibióticos tuviese un plan de futuro. Ya no quedan ni las raspas. La puñalada real se la ha llevado Antibióticos.