EDITORIAL
Un legado tradicional y gastronómico muy vivo
León sacó ayer sus mejores galas a la calle y el buen tiempo acompañó una jornada muy singular para la ciudad, en la que cada año recuerda sus centenarias tradiciones y son los pendones o los carros engalanados los protagonistas al conseguir desplazar las rutinas y los quehaceres diarios. El éxito de público ha sido un año más la mejor garantía para una fiesta como la de San Froilán que forma parte de lo más tradicional de la ciudad y que por medio de cantaderas, pendones o carros lleva a que cientos de personas de León o localidades próximas participen activamente y con orgullo para exhibir que el legado cultural de lo leonés está muy vivo.
La gastronomía también se hace singularmente presente con la morcilla y con todos aquellos elementos que acompañan al buen vino leonés en una ciudad que sabe disfrutar de lo suyo y además lo hace con orgullo sin necesidad de que vengan a implantarle nuevos modos o usos desde otras zonas.
El fin de semana de San Froilán que tiene a la ciudad de León como protagonista ha conseguido abarrotar calles y plazas, y ahora queda el traslado de la fiesta durante el próximo fin de semana hasta la localidad de La Virgen del Camino, donde el gentío será aún mayor si cabe.
León conoce y disfruta de sus tradiciones y eso permite que en todos los actos programados haya un panorama intergeneracional en lo que supone la mejor garantía para que San Froilán mantenga su espíritu mucho tiempo.