Cierra la luz

Tiene costumbre alguna gente mayor de decir cierra esa luz en vez de apaga esa luz . En el colegio nos choteábamos de uno de Astudillo que decía ¡cierra la luz! y le respondíamos siempre a coro ¡y apaga la puerta! . Pero esos abuelos y el viejo compañero están en su razón. ¿No llamamos nosotros llave de la luz al interruptor?, ¿y no es abrir o cerrar la única función de una llave?... pues si la luz tiene llave, cerrando es su gerundio.

Exactamente así, cerrados en gerundios, se fueron a Bruselas los dueños esdrújulos de las diez mayores eléctricas europeas (dos españolas con embudo iberdrólico-fenoso)... y se pusieron gerundianos empezando por echar la culpa del 50 % de las tarifas a «errores de los políticos», amenazando con nuevas subidas sí o sí y avisándonos del alto riesgo de producirse apagones morrocotudos por no tener suficiente producción, así que dicen que su negocio del gas natural es sagrado y la energía nuclear, la panacea... y de paso, piden para sí las subvenciones públicas a la energías renovables, a las que consideran inmaduras y un estorbo para ordenar expeditivamente el sector eléctrico (denuncian la energía solar o fotovoltaica, pero de la eólica no dicen nada, de esa se encargan ellos).

Naturalmente , les gustaría ver abolida la energía natural , la naturaleza solar que amanece para todos, pues si hay algo que irrita o enfurece a los Señores del Calambrazo es ir por esos caminos y ver placas en un tejado, es decir, un cliente que se les fuga (lo del viejo monopolio no se les va del tarro).

¡Y pensar -cree Sócrates- que el sol y, sobre todo, el agua corriente podrían hacer energéticamente autosuficiente a esta tierra a la que siegan el carbón bajo los pies!... millones de kilowatios se fugan cada día río abajo sin que nadie los atrope... y vuelve nuestro filósofo a su viejo sueño autárquico: «el común de los vecinos, ya sea en junta o en ajuntamiento, se subleva, recupera y remonta las viejas fábricas de luz , pone calefacción gratis hasta en las cuadras, ofrece energía a industrias o negocios que se instalen allí y saluda con un cierre de mangas a los cerradores de la luz, hala, y que vayan a quejarse a la puta seño de Bruselas, lloricas»...