No es momento para divisiones por el tren

Los ayuntamientos de León y de San Andrés del Rabanedo están obligados a volver a la senda del entendimiento cuando antes sobre el futuro del tren. Es verdad que el anuncio unilateral de la capital de su propuesta para el AVE ha dejado en fuera de juego al principal municipio del alfoz, que tiene evidentes razones para quejarse por la ruptura de manera innecesaria del habitual consenso. Pero también es cierto que León intenta hacer un ejercicio de realismo para conseguir que la llegada del nuevo tren se haga efectiva, por lo que difícilmente serán asumibles posturas que se limiten a reclamar lo que en su momento no fueron más que promesas imposibles de cumplir, como el propio Ayuntamiento de San Andrés ha denunciado en más de una ocasión. Urge el diálogo y urge la búsqueda de una solución que sea factible para poder contar con el apoyo de la Junta y del Ministerio de Fomento.

Y urge más si cabe que desde esa voz unitaria se reclame de una vez por todas la puesta en marcha de las obras necesarias para que el AVE llegue a León cuando antes. Cuando todo tipo de proyectos permanecen parados a lo largo y ancho del país no parece que la mejor manera de presentarse en Madrid sea exhibiendo divisiones que únicamente pueden servir de disculpa para retrasar aún más las necesarias contrataciones de obras que revivan la llegada del nuevo tren a la provincia. León y San Andrés están condenados a entenderse. Y que sea cuando antes.