La ORA debe ofrecer un servicio actualizado

El aparcamiento de pago es hoy un mal generalizado en las ciudades españolas ya que representa una especie de nuevo impuesto para el uso del vehículo que en realidad no ofrece ninguna contraprestación al usuario a cambio de su pago. Pero asumido como un mal necesario está claro que tiene que esforzarse en ofrecer el mejor servicio posible al ciudadano. Y ese servicio pasa por simplificar las cosas al conductor que normalmente utiliza el vehículo en la ciudad por necesidad.

Las inversiones necesarias para la implantación de fórmulas desde las nuevas tecnologías para que se pueda utilizar Internet o incluso el teléfono móvil parece una buena manera de devolver a la sociedad una parte de ese dinero que cada año es cobrado con cargo a los tickets y también a las anulaciones de denuncias o a las propias multas que generan unos beneficios millonarios al Ayuntamiento. Parece que la empresa mixta que gestiona el aparcamiento de pago tiene la obligación de buscar fórmulas tecnológicas como éstas que simplifican al ciudadano las complicaciones del pago, empezando por la disponibilidad de las monedas necesarias para el parkímetro.

Asumido el aparcamiento como un bien muy preciado en el centro de las ciudades y que tiene un coste económico parece que el ciudadano tiene el derecho de recibir el mejor servicio posible por esa especie de impuesto que se está consolidando por el uso del vehículo en el centro de las urbes.