El FROB llega demasiado tarde a los preferentistas

La catastrófica gestión de las cajas y la sustracción masiva de los ahorros de casi un millón de familias españolas que esas entidades perpetraron acabó derivando en un escándalo sin precedentes que ha dinamitado la seguridad jurídica de los ciudadanos y el derecho al uso y disfrute de sus propiedades. No sólo se resisten esas cajas ya arruinadas a devolver el dinero ajeno, sino que además pleitean sin piedad en los tribunales civiles, pagando a sus abogados con ese dinero ajeno con el único objetivo de retenerlo.

No se puede decir, como hizo inicialmente la fiscalía del Tribunal Supremo —paradójicamente la del TSJCyL actuó de oficio—, que no hay delito sin haber mirado si lo hay. Hay sospechas fundadas e indicios contundentes. Y los hay a millares. Por eso ahora no sólo se están admitiendo las querellas, sino que las sentencias obligan a las entidades a devolver las inversiones en preferentes con pagos de intereses y costas.

En el caso de Ceiss los afectados son casi 37.000 y hasta el momento ha tenido que hacer frente a la devolución de unos 500.000 euros. Ante la avalancha de demandas el Banco de España aprobó la creación por el FROB de un mecanismo de arbitraje que permitirá a un experto independiente calcular las condiciones que deben asumir los afectados antes de la aceptación de la oferta realizada por Unicaja. Con todas las dudas sobre su éxito, está bien que quien tanta responsabilidad tuvo en la quiebra de las entidades y en la situación creada haga al menos amago de asumir la situación.