LA GAVETA
Cul de sac
El Bierzo se ha convertido en un cul de sac , en un reino que se va alejando del progreso. Y de la esperanza. No es un cierre completo, porque tiene dos vidas rápidas en ejercicio, pero le han cegado la tercera, que antaño tuvo. En la medida que entonces era posible.
El Bierzo moderno, históricamente, vivió de tres rutas. La que viene del este, de la meseta, y que entra en la comarca por el puerto de Manzanal, y la doble ruta occidental que durante muchos años arrancaba desde la plaza de Lazúrtegui de Ponferrada.
En ese lugar, el más céntrico del barrio de La Puebla, la carretera procedente de Castilla, de Madrid y de casi todo el mundo, se dividía en dos brazos. El más norteño circulaba por la calle del Camino de Santiago, pasaba por Lugo y terminaba en La Coruña. El meridional, corría por la avenida de España, llegaba hasta Orense y luego alcanzaba Vigo. Ponferrada era entonces la puerta de Galicia tanto por carretera como por vía férrea. Pero luego dejó de serlo.
Ahora bien, dejó de serlo con cordura. Porque el acceso al sur de Galicia es más corto y razonable por Sanabria, y por allí hace ya mucho que circula el tráfico rodado, con una autovía propia. Por allí también pasará el AVE, como ya lo hace desde los años cincuenta el ferrocarril convencional.
Ponferrada y el Bierzo perdieron la llave del sur de Galicia, pero lo que ahora importa no es tal pérdida sino que ha quedado en el olvido administrativo la autovía que debería unir la comarca con la ciudad de Orense. Ese tramo, de unos 160 kilómetros, se ha convertido en una zona ciega, en un ángulo muerto, en un tramo antiguo y sin expectativas.
Pero no solo eso. Porque también ha desaparecido cualquier posibilidad de que el AVE pueda unir León con Monforte de Lemos, como se anunció hace años, en tiempos de gran euforia inversora. Ese ramal hoy es pura quimera. Y no menos triste es que también se nos antoje quimérica cualquier mejora en la línea ferroviaria que desde hace siglo y medio conecta el Bierzo con Galicia.
Este mapa es injusto. Es un diseño que perjudica muy gravemente las posibilidades económicas de toda la provincia, no solo las del Bierzo. Es el dibujo de un contorno marginado, donde compartimos silencio con la comarca hermana de Valdeorras y con otras tierras gallegas.
Volvemos, en parte, al devenir del Bierzo en épocas muy pretéritas. Cuando era un lugar irrelevante y atrasado. También volvemos a una desesperanza que afectó a la comarca seriamente cuando se terminó el esplendor minero. Ahora las causas son otras, pero las consecuencias no son tan distintas. Volvemos a los años del cul de sac . Y de culo de Castilla y León.