Láseres vs CO 2

Llevamos algo así como ocho años intentando meterle mano a esto del CO2 con una fundación que ha manejado presupuestos que, sumándolos, solucionarían muchos de los problemas endémicos de nuestra comarca. Llevamos años sacando pecho con esto del I+D+i y los supuestos nuevos bríos que el secuestro, tortura y posterior aniquilación del pobre dióxido de carbono iba a dar a nuestro moribundo sector minero. Llevamos años soñando y engordando una bola que ahora nos ha reventado en la cara.

Y es que ahora resulta que eso del secuestro del CO2 no le interesa a nadie, pues nadie en Europa ha decidido continuar con alguno de los programas millonarios de investigación y comercialización de esta tecnología que estaban en marcha. Y no será porque el agujero de la capa de ozono esté menguando o que el cambio climático no sea una realidad para todos, menos, claro está, para el primo de Mariano. Simple y llanamente, resulta que son más fáciles de cuadrar en la cuenta de resultados las multas por emitir que los gastos para investigar. Un ejemplo más del rigor que preside la toma de decisiones de quienes nos gobiernan, pues ahora se dan cuenta de que para ser competitivos con los chinos y los yanquis no podemos andarnos con zarandajas, ni tener remordimientos sobre eso de contaminar.

Pero volvamos a nuestro terruño comarcal. Este desinterés generalizado por lo que aquí estamos investigando nos vuelve a dejar con el culo al aire. Sin embargo todavía terminaremos peor parados si finalmente son ciertas esas noticias que llegan de tierras charras, donde con poco más que con un palo de churrero han sido capaces de doblegar al dióxido de carbono.

Y es que resulta que, pese a lo denostado que está eso de estudiar, va a resultar cierto que esa inversión se amortiza con el tiempo. Y si no que se lo pregunten a los que acaban de presentar ese prototipo con el que quieren reducir casi el 100% de las emisiones de las térmicas. El objeto en sí vendría a ser una especie de espada láser, supongo que de mayores dimensiones que las empleadas en la Guerra de las Galaxias, con la que trocear gases cual si fuera navaja de Taramundi.

Si hasta la idea en sí es más fácil de entender que lo de nuestra oxicombustión. Lo que no hay entendedera que lo descifre es la millonada gastada aquí cuando allí se han apañao con unos pocos millones de euros.