Diario de León
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León

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Una medicina humana

Alo largo de la larga enfermedad de nuestro padre hemos participado de un tesoro de nuestro país, la Seguridad Social. Desde el mes de febrero hemos tenido un equipo de cuidados paliativos visitándonos a domicilio, lo que ha permitido cumplir el sueño de nuestros padres, que el fatídico momento llegara en casa, en la cama. Nos gustaría hacer público nuestro agradecimiento y admiración al buen hacer de Ignacio y Jaime que nos han dado un servicio no ya de la más alta cualificación técnica, que por supuesto, nos han dado lo que más necesita un enfermo crónico, nos han hecho sentir amparados, nos han dado calor humano, han hecho de su profesión una extensión de su extarordinaria personalidad.

Sirvan estas líneas también de gratitud a todo un servicio público: a Isabel y Elvira, al servicio de oncología del hospital.

Gracias, gracias, gracias.

Maestros de ayer y hoy

Yo no soy maestra y me expreso como puedo. Estoy muy de acuerdo con Prisciliano Castillo. Entre los problemas que existen hoy puede estar que queremos ser todos iguales lo que genera una falta de respeto a todo, además con poca formación de los padres y con una pérdida de valores. No podemos ser todos iguales. Se necesita respeto a padres, mayores, compañeros; no vale tutear a todo el mundo. Cada cual en su momento le toca ocupar el lugar que le corresponde, y se debe de aceptar, no envidiar al otro. Me da pena ver en las manifestaciones a estudiantes, que le meten en la cabeza ideas absurdas y que les hacen creer que ya lo saben todo. Siento alegría cuando un joven sobresale por algún mérito o por su inteligencia, que hay muchos en nuestra España.En cuanto a los maestros, pienso que son responsables de la formación de los jóvenes. De ellos depende hacer de ellos jóvenes con valores o unos pobrecines con ideas nulas.

Se ha ido un ángel

Ami amiga, hermana, compañera Ángela de la Fuente: Te pusieron el nombre adecuado, eras una persona buena, trabajadora, simpática, luchadora, valiente. Ya estás descansando, por fin. Ya nadie te quitará nada. Ya nadie te hará daño. Con tu honestidad, has pagado con creces el sinvivir de esta sociedad absurda, egoísta y ridícula. Como bien dijiste el último día que te vi: «Ahora que no tengo nada es cuando lo tengo todo, soy más feliz». Eras, eres y serás un ángel.

Gracias a urgencias

Ahora que tanto se habla y critica a hospitales y médicos me gustaría exponer lo siguiente. Pasando unos días de vacaciones en esa maravillosa ciudad mi esposa tuvo la fatalidad de tropezar en un paso y se rompió los dedos de un pie. Fuimos a urgencias y las atenciones fueron máximas. En 40 minutos fue engasada y medicada. Mil gracias a esos profesionales.

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